El compromiso de 226ERS es desarrollar los mejores productos con los ingredientes más naturales y de mayor calidad. Detalles como reducir o eliminar el azúcar, no utilizar el aceite de palma por conciencia ecológica y tener productos sin gluten o veganos, son parte de la filosofía de la marca.
Todo empezó cuando Jesús, recién cumplidos los 13 años compró su primer libro de nutrición deportiva. Pasó de practicar un deporte de equipo a un deporte individual, la natación. Donde el rendimiento pasa a depender solamente de uno mismo, la mejora está supeditada al duro entrenamiento y a una suma de detalles que debía empezar a cuidar, entre ellos la alimentación. Comprendió que el deporte y la nutrición deben caminar juntos. Siguió compitiendo en natación, compaginando con otras modalidades (MTB, windsurf, esquí, voleibol y baloncesto), pero siempre atento al apartado de la nutrición.
Finalmente, en 1994 se sumergió en el triatlón, su gran pasión, donde la alimentación y suplementación cada vez jugaban un papel más importante para él. En 1999 entrenó y competió muy duro en diferentes pruebas y campeonatos, pero tuvo que abandonar en la prueba más importante del año para él, “El Home de Ferro de Ibiza”, uno de los primeros triatlones de distancia 226 km de España. En ese momento fue plenamente consciente de la importancia, de la alimentación, en el deporte de resistencia. Esta prueba marcará un antes y un después en su vida deportiva y profesional.
En 2004, concluidos sus estudios, y empujado por su mujer Pilar, que se iniciaba en el triatlón, vuelve a competir con objetivos claros y ambiciosos. Consigue buenos resultados, pero la larga distancia seguía resistiéndose, siempre por problemas digestivos en las últimas horas de las competiciones, cuando el cuerpo más lo necesita. En 2007, consciente de que ese problema es uno de los grandes obstáculos que cualquier atleta debe superar en la larga distancia; conjuntamente con su médico, entrenador, dietista, muchos libros especializados, estudios científicos y testeo de todos los productos del mercado, decide iniciar una búsqueda para conocer las causas de los problemas digestivos en competición, y cómo superarlo.
En 2010 empieza a realizar sus propias composiciones fruto de su investigación. Decide eliminar el gluten, reducir drásticamente la ingesta de azúcares durante el ejercicio y utilizar fuentes nutricionales lo más limpias posibles y de la máxima calidad (alimentos naturales), así como ingerir compuestos con baja osmolaridad con el fin de reducir el riesgo a un corte de digestión por deshidratación. Entonces todo empieza a cambiar. Su rendimiento mejora y los productos comienzan a sentarle bien. Durante ese verano pune en marcha 226ERS en un despacho de poco más de 12 metros cuadrados, en el sótano de su vivienda. Había nacido 226ERS con sus 3 primeras referencias.